Cáncer de hígado en gatos
Afortunadamente, aunque el cáncer de hígado en los gatos es una enfermedad grave, no siempre es una sentencia de muerte. De hecho, algunos tumores hepáticos son masas benignas para las que la cirugía es curativa. Un estudio de diagnóstico completo le permitirá a su veterinario determinar la causa del cáncer de hígado de su gato y los tratamientos recomendados.
¿Qué es el cáncer de hígado en los gatos?
El término «cáncer de hígado» (o neoplasia hepática) se refiere a cualquier tumor localizado en el hígado. Estas masas se pueden encontrar en el propio tejido hepático, en la vesícula biliar o en el conducto biliar común. Independientemente de su ubicación, todos los tumores hepáticos pueden interferir con la función hepática normal, dando como resultado signos clínicos de insuficiencia hepática.
El cáncer de hígado se clasifica según dos criterios: su distribución y su origen.
Una masa de hígado solitario es un tumor único y poco visible que se puede extirpar quirúrgicamente. Cáncer de hígado nodular consiste en múltiples nódulos pequeños, distribuidos por todo el hígado.
Cáncer de hígado difuso afecta el tejido hepático de forma difusa, en lugar de limitarse a nódulos o masas discretas. Las masas solitarias a veces se pueden extirpar quirúrgicamente, mientras que el cáncer de hígado nodular o difuso es más difícil de tratar.
El cáncer de hígado se puede desarrollar de dos formas. Ciertos tumores de hígado llamados tumores de hígado primarios, proceden directamente del tejido hepático. Otros tumores de hígado, digamos metastásico, se han diseminado a partir de un tumor maligno que se originó en otra parte del cuerpo. Los tumores hepáticos primarios son generalmente más fáciles de manejar y tratar que los tumores hepáticos metastásicos.
Causas del cáncer de hígado
Los tumores hepáticos primarios surgen directamente del tejido hepático. El tumor primario de hígado más común en los gatos es un adenoma de las vías biliares (también llamado cistoadenoma biliar). Este crecimiento benigno proviene del conducto biliar.
Afortunadamente, estos adenomas de las vías biliares generalmente se pueden curar por completo con la extirpación quirúrgica. Otros tumores hepáticos primarios, menos comunes en gatos, incluyen carcinoma de vías biliares, carcinoma hepatocelular, mielolipoma, fibrosarcoma, hemangiosarcoma y tumores carcinoides. Por lo general, estos tumores no se pueden curar con cirugía y se asocian con un pronóstico más precario que un adenoma de las vías biliares.
Más comúnmente, los tumores hepáticos felinos son tumores hepáticos metastásicos. Estos tumores se han diseminado o hecho metástasis desde otra área del cuerpo.
En los gatos, los sitios comunes de metástasis incluyen los intestinos, el bazo y el páncreas; Los tumores malignos que crecen en estos lugares a menudo se diseminan al hígado si no se diagnostican y tratan a tiempo. Algunos tumores metastásicos que pueden afectar el hígado incluyen: El hígado también se ve comúnmente afectado por el linfoma felino, un cáncer metastásico muy común que puede afectar los órganos de todo el cuerpo.
Los síntomas del cáncer de hígado.
Los gatos con cáncer de hígado pueden mostrar una amplia variedad de signos clínicos de la enfermedad. Algunos gatos son completamente asintomáticos y su cáncer de hígado se detecta de manera incidental durante la evaluación de otra afección.
Por ejemplo, un gato aparentemente sano puede acudir para una limpieza dental de rutina y el veterinario puede notar un aumento brusco de las enzimas hepáticas durante el análisis de sangre preanestésico.
Estas elevaciones de las enzimas hepáticas pueden sugerir la presencia de enfermedad hepática, y exámenes adicionales pueden conducir a un diagnóstico de cáncer de hígado, incluso en un gato que no muestra signos de enfermedad.
Algunos gatos con cáncer de hígado muestran signos clínicos evidentes de disfunción hepática, que pueden variar de leves a graves.
Los signos de enfermedad hepática en los gatos incluyen disminución del apetito, pérdida de peso y vómitos. Los gatos afectados también pueden tener más sed y micción. En casos graves, los gatos pueden experimentar coloración amarillenta de la piel, los ojos y las encías (lo que se denomina ictericia o ictericia).
También se pueden observar signos neurológicos, como tropiezos, desorientación y convulsiones. Si un tumor hepático se rompe y sangra en el abdomen, el gato puede debilitarse mucho o colapsar, con encías pálidas debido a la pérdida de sangre.
Diagnóstico de cáncer de hígado en gatos
Los signos clínicos del cáncer de hígado suelen ser indistinguibles de otras enfermedades hepáticas, como infecciones hepáticas, hepatitis inflamatoria y enfermedad de la vesícula biliar. Por lo tanto, su veterinario deberá realizar un diagnóstico completo para determinar la causa de la disfunción hepática de su gato.
El primer paso para controlar una posible enfermedad hepática es un examen físico completo.
Su veterinario realizará un examen completo de la cabeza a la cola de su gato, incluida una palpación del abdomen. Si su gato tiene un tumor hepático grande y solitario, es posible que su veterinario pueda sentir este bulto en el abdomen. Su veterinario también examinará cuidadosamente a su gato en busca de signos de ictericia, así como otros signos de enfermedad hepática u otras enfermedades.
También se realizarán análisis de sangre, incluido un hemograma completo y una química del suero.
Las elevaciones de las enzimas hepáticas de su gato, incluida la fosfatasa alcalina (ALP), la alanina transferasa (ALT), la aspartamo aminotransferasa (AST) y la gamma glutamil transferasa (GGT), suelen ser los primeros indicios de una enfermedad hepática. También se pueden observar otras anomalías sanguíneas, según la enfermedad subyacente.
Si las pruebas de laboratorio sugieren que su gato tiene una enfermedad hepática, el siguiente paso suele ser la obtención de imágenes.
Las radiografías abdominales (radiografías) se utilizan a menudo como el primer paso en la evaluación del hígado de un gato. Las radiografías le permiten a su veterinario ver el tamaño del hígado de su gato, así como también buscar tumores grandes u obvios.
La ecografía abdominal también se puede utilizar para obtener imágenes adicionales del hígado, ya que proporciona una vista tridimensional de la estructura interna del hígado. La ecografía también se puede utilizar para localizar masas pequeñas y buscar cálculos en la vesícula biliar y el conducto colédoco.
Cuando se observan tumores hepáticos sospechosos en la ecografía, a menudo se necesitan diagnósticos más específicos.
Dependiendo de la masa y su accesibilidad, su veterinario puede recomendar la aspiración con aguja fina (que implica la extracción de una pequeña cantidad de células del hígado con una aguja fina), la biopsia con aguja (que implica la extracción de un pequeño trozo de tejido con una aguja de gran calibre) o un biopsia quirúrgica (que consiste en extraer quirúrgicamente una porción más grande de tejido hepático) del hígado o de los ganglios linfáticos adyacentes.
Cada una de estas pruebas está diseñada para tomar una pequeña muestra de células o tejido de la masa hepática sospechosa. Estas células son examinadas por un patólogo, utilizando un microscopio, para llegar a un diagnóstico definitivo.
Es necesario un diagnóstico preciso para comprender el pronóstico de su gato (resultado esperado) y determinar el mejor tratamiento.
Tratamiento del cáncer de hígado en gatos
El tratamiento del cáncer de hígado depende en gran medida del tipo de tumor presente.
En el caso de un tumor primario hígado solitario, el mejor tratamiento es la cirugía. El veterinario hará una incisión en el abdomen (barriga) de su mascota para acceder al hígado.
Luego, la masa se separará del tejido hepático sano. El defecto en el hígado de su gato se cerrará con suturas o grapas quirúrgicas. La incisión en la pared del cuerpo de su gato también se cerrará con suturas o grapas.
Si el tumor extirpado es de un tipo sensible a la quimioterapia, su veterinario puede recomendar tratamientos de quimioterapia.
Si el cáncer de hígado de su gato ha hecho metástasis en otro lugar, el tratamiento dependerá del tipo particular de tumor metastásico.
Por lo general, no se recomienda la cirugía para los tumores que ya han hecho metástasis, pero la quimioterapia y / o la radioterapia pueden ser beneficiosas. Un oncólogo veterinario le ayudará a determinar el mejor tratamiento para su gato.
Conclusión
El cáncer de hígado es una enfermedad grave en los gatos. Existen muchas causas posibles del cáncer de hígado felino, por lo que obtener un diagnóstico preciso es esencial para comprender el pronóstico de su gato y determinar un plan de tratamiento adecuado.
Trabaje con su veterinario para determinar qué pruebas y procedimientos son necesarios para diagnosticar la causa del cáncer de hígado de su gato, a fin de implementar el plan de tratamiento más efectivo posible.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo puede vivir un gato con cáncer de hígado?
El pronóstico del cáncer de hígado felino depende del tipo de cáncer. Algunos cánceres hepáticos metastásicos pueden acortar drásticamente la esperanza de vida de su mascota, mientras que los tumores hepáticos primarios, como los cistoadenomas biliares, suelen ser benignos y pueden tratarse con cirugía.
¿El cáncer de hígado es común en los gatos?
El cáncer de hígado primario es poco común en los gatos y representa menos del 5% de todos los cánceres felinos. Los tumores de otras partes del cuerpo pueden hacer metástasis en el hígado. Aunque estos tumores son más comunes que los tumores hepáticos primarios, siguen siendo relativamente raros.
¿Sufren los gatos de insuficiencia hepática?
Los gatos con cáncer de hígado pueden mostrar una variedad de signos clínicos. Si bien algunos gatos con cáncer de hígado son completamente asintomáticos, otros muestran signos graves de enfermedad. Se sabe que el cáncer de hígado es doloroso en los humanos, por lo que es razonable pensar que puede ser doloroso en los gatos.
¿Qué se le da a un gato con insuficiencia hepática?
Los gatos con insuficiencia hepática a menudo se benefician de una dieta recetada especialmente formulada para pacientes con función hepática reducida. Estos alimentos a menudo contienen antioxidantes (para reducir la inflamación en el hígado), proteínas de alta calidad, grasas de alta calidad y carbohidratos de alta digestibilidad.